¡¡¡¡ Nieve en Milán !!!!


Esta inesperada y grata sorpresa de la presencia de la nieve, me ha ayudado a hacer la oración personal, a darle gracias a Dios por las maravillas de la creación que ha hecho para nosostros, y que nos muestran el infinito amor que Él tiene por nosotros. Y me ha recordado que debemos abrigarnos con el "calor" de la oración y de los sacramentos, para poder combatir el "frío" del pecado que nos aparta de Dios. Así que: "vamos a abrigarnos que hace mucho frío".
Por Santiago Fernández Carballo
Comentarios