Santa Lucia de Rairo
El día 13 de diciembre celebramos la fiesta de Santa Lucía, y que mejor forma de hacerlo que asistiendo a la parroquia de Rairo, donde vamos de pastoral y es patrona de los fieles de la misma.
Allí llegamos a las 10: 30, y pudimos comprobar que había un ambiente lleno de júbilo y alegría. La Iglesia estaba llena de feligreses, y en ese momento estaba presidiendo la misa, don Agustín, antiguo párroco de Rairo y actual canónigo de la Santa Iglesia Basílica Catedral, asimismo nos encontramos con don Manuel, párroco en Seixalbo, que fue a celebrar el sacramento de la reconciliación con aquellos fieles que lo deseasen.
Allí llegamos a las 10: 30, y pudimos comprobar que había un ambiente lleno de júbilo y alegría. La Iglesia estaba llena de feligreses, y en ese momento estaba presidiendo la misa, don Agustín, antiguo párroco de Rairo y actual canónigo de la Santa Iglesia Basílica Catedral, asimismo nos encontramos con don Manuel, párroco en Seixalbo, que fue a celebrar el sacramento de la reconciliación con aquellos fieles que lo deseasen.
Al entrar en la sacristía saludamos a don José y al sacristán, así como a todos los presentes. Entre saludo y saludo, estuvimos esperando con ansias la llegada inminente de nuestro Obispo, Mons Luis Quinteiro Fiuza, y su secretario don Adelino; mientras tanto, aprovechamos para revestirnos con sotana y roquete.
A las 11:00 de la manaña, fue la celebración solemne de la Eucaristía en honor de Santa Lucía.
En la homilia, el Obispo nos recordó la necesidad de conservar la fe, como don que se nos ha dado gratuitamente, pero también nos animó a que seamos luz del mundo en medio de nuestra sociedad, y a que vivamos profundamente esa fe testimoniando con nuestra vida la bondad y el amor del Señor. Puso además de relieve, la importancia de que iluminemos con nuestras buenas obras al mundo de hoy, donde vemos que hay odio, violencia, y otros males que debemos contrarrestar siendo testigos del amor de Dios. Para concluir, nos exhortó a que sigamos el ejemplo, como no, de Santa Lucía, que siguió con su vida, el rostro y el camino del Señor hasta la entrega total en el martirio.
En definitiva, tuvimos la gracia de poder participar con gozo en la efemérides de esta santa, cuya devoción está tan popularmente arraigada en el pueblo cristiano.
Por Jacobo Curto Polo y Rubén Rodríguez Gómez
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