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Los lunes al "Sacro Cuore"



Cada quince días los lunes nos reunimos una docena de clérigos de diversas parroquias de la diócesis de Milán, unidos por el sacramento del Orden y por la amistad, en el colegio Sacro Coure (Sagrado Corazón) de Milán, para rezar Vísperas y cenar juntos.

En estos encuentros compartimos nuestra fe y nuestra vida. Hablamos de temas de actualidad y contamos aquello que nos a ocurrido en los últimos quince días, aquello que nos preocupa, anécdotas divertidas, sucesos por los que dar gracias a Dios, probelmas, inquietudes..., en fin, la vida cotidiana de cada uno.

En esta última reunión dos temas personalmente me llamaron especialmente la atención. El primero es el hecho de que en España (mi querida patria), creo que en la ciudad de Valladolid, una sentencia judicial ha obligado a retirar los signos religiosos de una escuela pública. Mis compañeros sacerdotes italianos estaban sorprendidos y no entendían que eso fuese posible en un país con unas raíces culturales eminemente católicas como es España, al igual que Italia, y se mostraban muy preocupados de que eso llegase a ocurrir aquí en el país transalpino.

El segundo tema, de entre los varios que se hablaron, fue el hecho de que hoy nos cuesta mucho apreciar y descubrir el valor del silencio; sobre todo a nosotros los jóvenes. Mis compañeros señalaban que cuando tenían una mañana de retiro para los jóvenes de sus parroquias lo que más les costaba eran los momentos de silencio, de oración ante el Señor. Uno de ellos señalaba que hoy tenemos "miedo al silencio", porque no somos capaces de decubrir la presencia de Dios en nuestras vidas, sobre todo en la Eucaristía, y tenemos la tentación de caer en el voluntarismo ciego de querer hacer todo por nosotros mismos, sin contar con la gracia de Dios que Él quiere darnos y nos ofrece todos los días. Esto ha suscitado una pregunta en mí que quisiera compartir: ¿tenemos miedo de estar a solas con Dios?.

Por Santiago Fernández Carballo