Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Como cada año en la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, acudimos a las Carmelitas descalzas, cuyo convento se encuentra a los pies del Seminario, a rezar con ellas Vísperas pidiendo al Señor por la santidad de los sacerdotes y el aumento y perseverancia de las vocaciones a la vida sacerdotal. 




También en este Año de la Vida Consagrada hemos pedido, por intercesión de Santa Teresa, por el aumento de las vocaciones a la vida consagrada.





Hoy y siempre, demos gracias a Dios por los sacerdotes y recemos por ellos, en especial por aquellos que pasan dificultades, están enfermos o sufren por diversas causas.





¡GRACIAS SEÑOR POR LOS SACERDOTES!






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