La Familia Católica
Es fácil llamar a la Iglesia "Católica", distinto es vivir esa catolicidad. El verano pasado, el Seminario peregrinó hasta Roma para acudir al "Encuentro de seminaristas, novicios y novicias con el Papa". En el viaje tuvimos la oportunidad de constatar cuan católica es la Iglesia. Pues bien, recientemente nuestro director espiritual, don Santiago, nos trajo noticias de nuestros hermanos de la Diócesis de Milán.
Sin conocernos, ya nos querían, incluso antes de que llegásemos. El trato cercano, como si fuésemos de la familia, nos impactó. Era la parroquia que había acogido a don Santiago en su estancia en Italia, pero a nosotros no nos conocían de nada. No importaba, eramos cristianos, y eso bastaba. Desde hacernos y servirnos la cena, hasta un espectacular desayuno antes de emprender de nuevo el camino el camino, la compañía, las conversaciones, la Eucaristía juntos. Nadie era extraño o desconocido.
No me resisto a contar una anécdota personal que me marcó y me sigue ayudando mucho. Cuando me despedía de una consagrada, Memor Domini, le dije que la iba a echar de menos. Y me dijo una cosa que, lo que pude entender del italiano, era algo tal que así: "Tú y yo nos conocimos en un momento, pero que con Jesús es para siempre", con Gesù è per sempre. Ese para siempre sigue resonando en mi corazón. Cuando recuerdo esas palabras, la boca se me llena de sabor a eternidad.
Gracias a todos y cada uno de los que en aquella ocasión nos hicieron sentir que pertenecemos a una Familia. Y personalmente doy gracias a Dios por el testimonio de esa consagrada, que me hizo recordar aquella expresión del Cantar de los Cantares: "el Amor es más fuerte que la muerte" (8, 6).
Unidos siempre en la oración
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