Jueves Eucarístico-Sacerdotal
Como cada jueves, los seminaristas nos arrodillamos ante el Dueño de la mies para pedirle que envíe numerosas y santas vocaciones a la vida sacerdotal.
En el Corazón de Jesús Sacramentado colocamos también a todos aquellos que se encomiendan a nuestra oración y, especialmente, a quien no tiene quien rece por ellos.
Bajo la mirada maternal de la Virgen, sagrario viviente, contemplamos y adoramos a Aquel a quien entregamos nuestras vidas.
Desde el Seminario Mayor, la bendición de Dios para todos los que, de un modo u otro, sostenéis esta casa con vuestras oraciónes y limosnas. Dios os lo pague, y conceda a su Iglesia las vocaciones sacerdotales que necesita.
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