PEREGRINOS DE LA FE COMO EL PAPA EN SANTIAGO
El día 6 de noviembre quedará grabado para siempre en nuestros corazones por ser el día en que el Santo Padre visita tierras gallegas y, en concreto, Santiago de Compostela, y allí no podíamos faltar. “Chego como peregrino, entre os peregrinos”, nos decía Benedicto XVI, que manifestaba cumplido su anhelo de visitar la tumba del Apóstol Santiago.
Afincados en la nave azabachería con los demás seminaristas de las diócesis gallegas, al lado de los prelados, fuimos partícipes de lujo de la entrada del Papa Benedicto XVI recorriendo la Catedral Compostelana al compás del himno al Apóstol y balanceados al ritmo del incensario que hizo las delicias de los presentes dentro y fuera del templo.
Tanta intensidad requería reponer fuerzas, para ello acudimos al Seminario Mayor, Monasterio de San Martín Pinario, para comer un manjar suculento que nos brindaron y que agradecemos enormemente.
Tras el desplazamiento en autobús desde Ourense que nos dejaría en los aledaños del estadio compostelano, cogimos rumbo a la Catedral para recibir al Santo Padre. Nuestros sentimientos oscilaban entre la emoción y la gratitud por la dicha de compartir en nuestra tierra una misma fe confirmada por Su Santidad.
Afincados en la nave azabachería con los demás seminaristas de las diócesis gallegas, al lado de los prelados, fuimos partícipes de lujo de la entrada del Papa Benedicto XVI recorriendo la Catedral Compostelana al compás del himno al Apóstol y balanceados al ritmo del incensario que hizo las delicias de los presentes dentro y fuera del templo.
El rostro del Sumo Pontífice era reflejo de la felicidad que brota de sentirse abrazado al Apóstol para continuar la misión que el Señor les confió: “Ser Peregrino de la fe, testigo de Cristo Resucitado”.
Tanta intensidad requería reponer fuerzas, para ello acudimos al Seminario Mayor, Monasterio de San Martín Pinario, para comer un manjar suculento que nos brindaron y que agradecemos enormemente.
Ya por la tarde nos dispusimos al momento culmen con la celebración de la Eucaristía presidida por el Santo Padre en una Plaza del Obradoiro abarrotada de fieles que esperaba con cánticos su llegada. En la misma nos invitaba a volver la mirada a la Europa que peregrina. Bienaventurados nos sentimos de compartir una misma fe, que el Apóstol Santiago nos bendiga y nos de la fortaleza que necesitamos en nuestro peregrinar hacia la meta del sacerdocio sirviendo a Dios en todo momento.
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