Así Recibimos la noticia del Nuevo Papa León XIV en Nuestro Seminario
En nuestro Seminario, la elección del Papa León XIV ha sido recibida como un signo providencial, un soplo renovador del Espíritu Santo que nos impulsa a mirar el futuro con renovado fervor y compromiso pastoral.
Desde el momento en que el humo blanco se elevó sobre la Capilla Sixtina, nuestras campanas comenzaron a repicar con fuerza. Era la señal que esperábamos: la Iglesia tiene un nuevo Pastor Universal. León XIV, con su mirada serena y su voz firme, ha traído consigo una propuesta clara de unidad, sencillez evangélica y apertura al diálogo en un mundo marcado por la incertidumbre y la fragmentación. El Seminario “Divino Maestro”, fiel a su misión de formar pastores según el corazón de Cristo, encuentra en el Papa una inspiración viva. Muchos de nosotros comentábamos, entre clase y oración, cómo sus palabras han encendido en nuestras vocaciones un nuevo ardor misionero.
La llegada de León XIV Nos recuerda que la Iglesia sigue caminando, que el Espíritu sigue hablando, y que todos —desde los más encumbrados teólogos hasta los jóvenes en formación— estamos llamados a escuchar, discernir y servir.
Desde este rincón de esperanza y formación que es el Seminario “Divino Maestro”, nos unimos al gozo de toda la Iglesia universal. Con alegría filial y el corazón abierto, decimos:
¡Bienvenido, Santo Padre León XIV! ¡Oramos por usted y caminamos con usted!
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