Un Viaje de Fe y Devoción: Peregrinación al Santuario de la Virgen de Lourdes

Que el espíritu de hospitalidad y acogida de Lourdes inspire en nosotros la generosidad, la compasión y la entrega al servicio de los demás, siguiendo el ejemplo de humildad y amor de la Madre de Dios.

En un acto de profunda fe y devoción, varios seminaristas del Seminario Mayor Divino Maestro, acompañados por diáconos, fieles de la Diócesis de Ourense y el obispo, emprendieron una peregrinación con destino al Santuario de la Virgen de Lourdes, en un viaje que dejó una huella imborrable en los corazones de todos los participantes.

El camino hacia el santuario se llevó a cabo en un ambiente de oración, reflexión y compañerismo. La hospitalidad de Lourdes se hizo sentir a lo largo de la travesía, acogiendo a los peregrinos con calidez y amor, proporcionando un ambiente fraterno.

La peregrinación al Santuario de la Virgen de Lourdes es un testimonio vivo de la fe que une a los creyentes en un camino de búsqueda espiritual y renovación interior. La presencia del obispo y los diáconos junto a los seminaristas es un símbolo de unidad y comunión dentro de la comunidad eclesial, fortaleciendo los lazos fraternos y el compromiso con el servicio y la misión cristiana.

En el santuario, ante la gruta donde la Santísima Virgen se apareció a Santa Bernadette, los peregrinos elevaron sus plegarias, depositando sus intenciones y agradecimientos a los pies de la Madre de Dios. La experiencia de estar en un lugar tan sagrado y espiritual dejó una profunda impresión en cada corazón presente.

Que esta peregrinación sea un recordatorio constante de la presencia amorosa de la Virgen María en nuestras vidas, guiándonos y protegiéndonos en nuestro camino de fe. Que el espíritu de hospitalidad y acogida de Lourdes inspire en nosotros la generosidad, la compasión y la entrega al servicio de los demás, siguiendo el ejemplo de humildad y amor de la Madre de Dios.

En medio de los desafíos y las alegrías de la vida, recordemos siempre el poder de la oración y la intercesión de la Virgen María, quien nos acompaña en nuestra jornada terrenal con su manto de amor y misericordia. ¡Que esta peregrinación al Santuario de la Virgen de Lourdes sea un faro de luz que ilumine nuestros caminos y fortalezca nuestra fe en todo momento!

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