Emmanuel realiza la crónica de esos días (gracias). Tras un día dedicado a cuidar la grey del Señor como siervos inútiles, el seminario de Ourense escuchó la voz del Divino Maestro que nos decía: “venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. Y así daba comienzo el día 20 de octubre la tanda de Ejercicios Espirituales en la Casa diocesana “Santa María Madre”. Nada más llegar comenzamos con el rezo solemne de las II Vísperas del Domingo y después de una agradable cena, nos adentramos en el desierto junto a Moisés para contemplar el misterio ardiente del Corazón de Cristo que en palabras de Isaías 43,4 nos consolaba diciendo: “eres precioso para mi”. Durante los cinco días que duraron los Ejercicios, las charlas, celebraciones litúrgicas, el rosario, se alternaron con profundos silencios meditativos en donde tuvimos la oportunidad de llevar a la oración los principales puntos del esquema ignaciano de la mano de nuestro directo de Ejercicios: D. José, sacerd
Diócesis de Ourense