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PEREGRINACIÓN A ROMA - CANONIZACIÓN DEL HERMANO RAFAEL


El día 7 de octubre de 2009 la comunidad del Seminario Mayor partíamos en peregrinación hacia Roma con motivo de la Canonización del Bto. Hermano Rafael y otros 4 Beatos más.


Durante los días que estuvimos en Roma hasta el día de la celebración pudimos gozar de las maravillas que la ciudad nos ofrecía como son las numerosas Basílicas de Letrán, San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor, el Coliseo, los Foros Romanos, el Panteón, y otros lugares.

Con D. Luis Manuel en "Propaganda Fidei"


Posando con la Basílica del Vaticano al fondo


Pero, sin duda alguna, entre lo mejor de nuestra visita a Roma fue la posibilidad de celebrar en la cripta del Vaticano la Eucaristía con nuestro obispo Mons. Luis Quinteiro Fiuza, así como haber visitado la casa de las misioneras de la caridad de la Madre Teresa donde la madre superiora nos dio su testimonio de vida con la Madre Teresa y lo que ella quería esencialmente de los sacerdotes y de nosotros los seminaristas. ¡Que fuésemos Santos!


Nuestro Obispo D. Luis nos presidió la Eucaristía en la Cripta del Vaticano


Unos de los momentos culminantes de la visita a Roma fue para nuestra sorpresa la posibilidad de participar en el Rosario que el Papa tuvo con los jóvenes Universitarios y con África en el Aula de Pablo VI. Ahí contemplamos el testimonio fiel de la verdadera universalidad de la Iglesia.


El Romano Pontífice Benedicto XVI en el rezo del Santo Rosario


Ya el Domingo 11 de octubre de 2009 nos dirigíamos a la Plaza de San Pedro para participar en la celebración de Canonización de los Btos Padre Damian, Francisco Coll y Guitar, Rafael Arnaiz, Segismundo Felix Felinski y Maria de la Cruz; y a pesar de que la celebración fue dentro de la Basílica el gozo de presenciar un acto como ese, inundaba nuestros corazones.

En el momento de la homilía cuando el Santo Padre mencionó al ya Santo Rafael Arnaiz, nos lo mostró como un gran modelo de entrega a Dios a pesar de ser de familia acomodada y con alma soñadora su vida da un vuelco y decide entregarse con generosidad a Cristo como Oblato de la Trapa de San Isidro de Dueñas.

Al terminar la celebración el Papa salió a saludar a los numerosos peregrinos que se encontraban en la Plaza de San Pedro concluyendo con el rezo del ángelus.


Benedicto XVI en el Rezo del Ángelus

Preciosa panorámica de la Plaza de S. Pedro

Al día siguiente en la Eucaristía celebrada en Santa María la Mayor reflexionamos sobre todo lo vivido durante esos días de convivencia en Roma y por el mediodía cogíamos el vuelo de regreso a Santiago con el gozo de haber participado en la canonización de cinco Santos como modelos de seguimiento e intercesores ante el Señor.



Por Yerai Fariñas Calvo