Nuestros Candidatos al Diaconado: Jonatán Pousada Álvarez


Biografía:


Nació en Mugardos (Ferrol - A Coruña). A los 3 años se marcho a vivir a Cortegada y a los 4 Años se instaló en Ribadavia donde comenzó a Estudiar en el Colegio Tomas de Lemos. A los 10 años se trasladó de colegio, al Colegio Público de Astariz.

El 14 de Septiembre de 1998 a las 10:30 h ingresó en el Seminario Menor de Ourense con 14 años y en el Año 2002 comenzó Estudios Eclesiásticos en el Seminario Mayor hasta el año presente (2009). Realiza su labor Pastoral en el Arciprestazgo de La Gudiña-Rios.


Diaconado:


Los diáconos son aquellos a los que se les imponen las manos para realizar un servicio y no para ejercer el sacerdocio. Es un grado inferior. Fortalecidos con la gracia del sacramento, en comunión con el obispo y sus presbíteros, están al servicio del Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, la palabra y la caridad.

Entre las tareas que realizan destacan:

· Administrar el bautismo

· Reservar y distribuir la eucaristía

· Leer la sagrada Escritura a los fieles

· Asistir en nombre de la Iglesia a la celebración del matrimonio y darle la bendición

· Llevar el viatico a los enfermos.

· Presidir los entierros.


Entrevista:


1. ¿Que Frase Bíblica te gusta más?

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos (Jn 15, 5)

2. ¿Cuales son tu libro, canción y película preferidos?

Libro: El hombre de La Villa Tevere

Canción: Viva la Vida – Coldplay

Película: El pianista

3. ¿Cuál es tu mayor afición?

Las viñas, La música, El Ciclismo de Montaña y La Formula 1.

4. ¿Qué personaje histórico te gusta?

Los Templarios

5. ¿Cuál es tu viaje pendiente?

Tierra Santa, New York y Paris

6. ¿Qué recuerdo tienes de tu infancia?

Los paseos por las viñas con mi abuelo

7. ¿Qué es lo que más deseas?

El Sacerdocio

8. ¿En qué lugar te gusta estar?

En la Orilla del Mar

9. ¿Qué te hace recuperar la calma perdida?

Sentarme, mirando al Sagrario

10. De pequeño querías ser… Abogado y Periodista

Por Yerai Fariñas Calvo


Entrevista para la Web del Obispado de Ourense:


En estos días previos siempre hay nervios, pero lo vivo como un don de Dios, un regalo que Dios me concede. No fui yo quien elegí al Señor, sino que fue Él quien me ha elegido a mí y me ha llamado.

El mejor regalo de mi vida es el don de la vocación que Dios me regala.


¿Qué te dice la gente de tu entorno en este momento crucial en tu camino al sacerdocio?

La verdad es que mi familia no siempre estuvo de acuerdo con mi decisión de seguir al Señor; eso sí nunca me pusieron trabas para que no lo hiciera. En estos momentos, aunque en un principio preferirían que estudiase otra carrera, sé que están tan ilusionados como yo. El Señor va moviendo los corazones hasta tal punto que ahora son ellos los que me animan a mí para que viva con ilusión y fidelidad el “gran paso”.


En mi otra familia, la del Seminario, formadores, profesores y compañeros que estos días nos dicen "ánimo que ya falta poco", nos muestran su apoyo de forma incondicional, especialmente a través de la oración, afecto y acompañamiento. Además de rezar por nosotros y por el paso que estamos a punto de dar, son ellos los que se esfuerzan y trabajan para que todo salga perfecto ese día: la liturgia, el canto…


Por otro lado, una gran parte de mis amigos de fuera del Seminario no entienden que vaya “para cura”, pero aún así me sorprende alguno de ellos cuando me dirige unas palabras que nunca me esperaría.
Y yo, la verdad, es que estos días estoy muy nervioso, pero lo vivo como un don de Dios, un regalo que Dios me concede. No fui yo quien elegí al Señor, sino que fue Él quien me ha elegido a mí y me ha llamado. El mejor regalo de mi vida es el don de la vocación que Dios me regala.


¿Quién te ha ayudado más durante estos años?

La pregunta es comprometida, porque son muchas las personas que han estado y están a mi lado acompañándome, sobre todo en los momentos difíciles y de duda: mi familia más cercana, mis tres rectores y formadores, sacerdotes amigos y compañeros seminaristas. Pero ante todos ellos quiero colocar al Señor, porque Él es el que siempre me ha ayudado cada vez que he tenido algún problema, del tipo que fuera.

¿Qué le dirías a quienes se planteen que su vocación está en el sacerdocio?

Dios cuando llama lo hace desde la libertad. Él nos pregunta si queremos ser sacerdotes o no, si queremos seguirlo en el sacerdocio o en la vida laical. El Señor nunca te impone nada, te lo plantea a través de los diferentes momentos y circunstancias de nuestra vida. Si eliges el “no” estás decidiendo en contra de lo que Dios quiere, pero eso sí, también te invita y ayuda a continuar con una vida de entrega dentro laicado. Si por el contrario optas por el “sí”, entonces eres el hombre más afortunado del mundo, porque el sacerdocio es el mayor don, el mayor regalo que Dios nos puede conceder. Eso sí, te va a pedir la vida para que se la entregues a Él. Esto hay que tenerlo claro desde el principio. Pero quien entrega su vida por amor, es decir por Dios, la recibe de nuevo, pero esta vez multiplicada por mil.



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